Cuando nos decidimos a invertir en bolsa, de repente nos encontramos ante un gran número de estrategias de inversión con distintos perfiles de riesgo y volatilidad entre las que elegir. Entre todos estos sistemas para invertir en bolsa, hay uno que destaca por los buenos resultados obtenidos desde el siglo XX. Efectivamente, hablamos del value investing.
La inversión en valor es una estrategia desarrollada por el conocido inversor Benjamin Graham en el año 1928. Graham es conocido por ser el autor de uno de los libros que marcaron los principios del value investing ‘’El inversor inteligente’’.
Su discípulo más conocido, Warren Buffett, ha conseguido situarse entre los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes gracias a la aplicación del value investing, un sistema que le ha permitido obtener resultados excelentes durante varias décadas.
En este artículo explicaremos los 4 principios del value investing, para comprender las características de este sistema de inversión tan reconocido.
Los 4 principios del value investing
El value investing, también conocido como inversión en valor, está clasificado en 4 principios que definen las bases para este tipo de inversión.
Si analizamos estos principios, podemos encontrar información muy útil para saber lo que debemos tener en cuenta para invertir en empresas infravaloradas que nos ofrezcan un buen potencial de crecimiento.
Analizamos los 4 principios a continuación:
1. El mercado no es eficiente
Para los inversores en valor, el mercado no es eficiente. En un mercado eficiente, el valor de una empresa coincide con el precio al que cotiza en bolsa y se va adaptando de forma inmediata con la evolución del mercado.
No obstante, el value investing demuestra que el mercado no es eficiente mediante el análisis del valor intrínseco de las empresas. Gracias a la valoración de las empresas podemos detectar compañías con un precio mucho más alto de lo que realmente valen, o bien empresas que están realmente baratas. En estas últimas será donde invertiremos.
En relación al mercado eficiente, el famoso inversor Warren Buffett tiene una frase muy conocida.
‘’Si el mercado fuera eficiente, yo ahora mismo estaría pidiendo en la calle’’ Warren Buffett.
2. Análisis fundamental
El análisis fundamental sirve para determinar el valor de la compañía, en base a variables como sus beneficios, su nivel de endeudamiento, su flujo de caja, y otras muchas variables relacionadas con el estado financiero de la empresa.
Gracias al cálculo de estas variables determinamos el valor intrínseco de la empresa y el margen de seguridad de la inversión, que es la diferencia entre el valor de la empresa y su precio de cotización.
En el corto plazo el mercado tiende a ser ineficiente por la volatilidad en el precio de las acciones. Es en estos momentos cuando podemos detectar a empresas que coticen muy por debajo de su valor intrínseco. El objetivo es comprarlas a precio de descuento y venderlas cuando alcancen su valor objetivo.
3. Comprar acciones infravaloradas
Los inversores value compran empresas infravaloradas con un amplio margen de seguridad, para obtener una rentabilidad potencial lo más alta posible.
Por lo tanto, en el momento de decidir en qué empresas invertimos nuestro dinero, debemos seleccionar aquellas empresas que nos ofrezcan una rentabilidad potencial mayor, siempre que el riesgo de la inversión sea razonable.
Para invertir en una empresa con suficiente margen de seguridad, podemos exigir que la diferencia entre el valor intrínseco y el precio de cotización sea, como mínimo, de un 20%.
De esta forma sólo invertiremos en acciones que tengan un potencial de rentabilidad superiores al 20%.
4. Largo plazo
Ninguno de los principios anteriores tiene sentido sin considerar una visión a largo plazo. La bolsa es volátil en el corto plazo, por eso debemos plantear un horizonte temporal superior a los 5 años para que la valoración de las empresas y la propia evolución de los precios nos lleven a ganar dinero con nuestras inversiones.
Además, hay un factor determinante en la inversión a largo plazo, que es el interés compuesto. El interés compuesto permite que nuestro patrimonio crezca de forma exponencial cuando reinvertimos los intereses anuales de nuestras inversiones de forma sistemática.
Cómo comprar las acciones adecuadas
Para seleccionar las acciones adecuadas para nuestra cartera de inversión, es importante que estas empresas cumplan con un conjunto de características para poderlas tener en cuenta:
Entender el negocio
Esta es una de las razones por los que muchos inversores value se mantuvieron al margen en la burbuja de las punto com con las empresas tecnológicas. El tiempo dio la razón a aquellos inversores que evitaron invertir en este tipo de compañías, pues con el tiempo se demostró que aquello era una gran burbuja.
Equipo directivo
Los intereses del equipo directivo de la empresa en la que invertimos debe estar alineado con los intereses de accionista. Por eso debemos analizar si el equipo gestor cuenta con un buen historial en el que se genere valor al accionista, y que la empresa sea totalmente transparente en sus informes.
Fundamentales sólidos
Las empresas deben encontrarse en una situación financiera estable, con niveles de endeudamiento razonables, y con unas perspectivas de crecimiento que sostengan una generación de beneficios crecientes en el futuro.
Si las empresas en las que queremos invertir cumplen con estas características, será el momento de analizar el valor intrínseco de la empresa mediante el análisis fundamental, los estados financieros, y la fijación del precio objetivo de la empresa, que coincidirá con el valor intrínseco.
Hecha la valoración, deberemos valorar si la inversión cuenta con un suficiente margen de seguridad entre el precio de cotización y el precio objetivo, el cual hemos dicho que debe ser superior al 20%.
Si hemos seguido todos estos pasos, habremos minimizado los riesgos de realizar una mala inversión. Ninguna inversión está exenta de riesgos, por eso es importante prestar atención a cada paso para que la fiabilidad de nuestro análisis sea la máxima.
Referencias bibliográficas
- The Theory of Investment Value (1938), by John Burr Williams.
- The Intelligent Investor (1949), by Benjamin Graham.
- You Can Be a Stock Market Genius (1997), by Joel Greenblatt.
- Contrarian Investment Strategies: The Next Generation (1998), by David Dreman.
- The Essays of Warren Buffett (2001), edited by Lawrence A. Cunningham.